La gran tormenta

La vida es una carrera que exige mucha resistencia, ya que a lo largo del camino se nos presentan muchos desafíos. Pero he aprendido en el transcurso de ella que uno elige qué camino tomar; ya sea el fácil o el difícil. Difícil para todos aquellos que nos quejamos por todo, que pensamos que desde nacer fue un desastre; y no comprendemos porque razón la vida es tan complicada; y fácil para los que deciden confiar, y subir a Jesús en su barca, para que los guié en todo momento.

Esta semana leyendo el libro del evangelio de Marcos, encontré este pasaje que me recordó algo muy importante, y es que en medio de cualquier gran tormenta Jesús nos dice: ¿Todavía no confían en mí?

37 De pronto se desató una tormenta. El viento soplaba tan fuerte que las olas se metían en la barca, y ésta empezó a llenarse de agua.38 Entre tanto, Jesús se había quedado dormido en la parte de atrás de la barca, recostado sobre una almohada. Los discípulos lo despertaron y le gritaron: — Maestro, ¿no te importa que nos estemos hundiendo?39 Jesús se levantó y ordenó al viento y al mar que se calmaran. Enseguida el viento se calmó, y todo quedó completamente tranquilo.40 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: — ¿Por qué estaban tan asustados? ¿Todavía no confían en mí?41 Pero ellos estaban muy asombrados, y se decían unos a otros: «¿Quién es este hombre, que hasta el viento y el mar lo obedecen?»

Y la respuesta es que de cierta manera aun tenemos miedo; y le decimos: ¿No te importa que no tenga madre o padre?, ¿No te importa que no tenga trabajo?, ¿No te importa que me este muriendo?, ¿No te importa que sufra? Y es que todo es debido a que no hemos confiado completamente en El. El miedo es natural en nosotros, como lo tuvieron sus mismos discípulos, tenían mucho miedo que la barca se hundiera. Pero hoy te quiero recordar que confiar en Jesús es lo mejor que podemos hacer en los momentos más difíciles; así como en este pasaje Jesús le ordeno al viento y al mar que se calmaran, el puede ordenar que en un segundo, en un momento; la situación que estas pasando tome el orden que debe tomar, según sea la voluntad de Dios para tu vida, y lo mejor de todo esto es que el mismo Jesús te puede dar la gracia, el poder y la fuerza que necesitas en medio de la dificultad si se lo pedís y crees que el lo puede hacer, amigos nunca debemos olvidar que Jesús está en la barca cuidando de nosotros.

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